miércoles, 19 de junio de 2013

Diarios Esquizoides.
Una cerveza y dos aspirinas.



Y sus piernas abiertas es un manjar que deseo degustar poco a poco, saber los secretos que encierran sus medias.

02/03/01


Prendo el televisor solo habla de fútbol y política es algo tan enfermo que la cabeza comienza a dolerme no es algo grato. Me tomo dos aspirinas con restos de cerveza de ayer o quizá es de antier. 

Regreso del baño, hay cosas que tienen que ser hechas para no romper la esfera mágica de la rutina. Me preparo y vuelvo a sentirme excitado por la fotografía de esas piernas lindas envueltas en unas medias, sujetadas con un liguero, unas piernas que no estaría mal abrir para degustar las poco a poco. Me tengo que apurar si no se me hará tarde para cumplir con la rutina y no me reproche.
 

Los deberes y papeles de la oficina me agobian, el tiempo avanza lento. Otro par de aspirinas, no lo soporto mas; hay un sopor que no aguanto. El horario no ha terminado y decido ir a un bar. Necesito un refugio, necesito desahogar mis impulsos sicópatas. Pido una cerveza en la barra de un bar, el tiempo continúa, bebo el líquido frío y espumeante. Bebo un poco de paz. Quiero beber de esas piernas sujetadas con un liguero, abiertas y provocando una erección. La mandil que me atiende no luce mal y termina abriendo sus piernas en mi cama, le quito las medias y dejo el liguero, la erección parece no terminar. La noche se disipa entre autos y aves, ella se ha ido, hay que volver a la rutina, la cabeza me retumba, duele. El mundo me duele en mi cabeza.
 

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