martes, 20 de mayo de 2014

Diarios esquizoides.

Nuestras manos entrelazadas en medio de sus piernas, atadas por la humedad de ser erótico; entre tanto le voy dando caricias provocativas con la otra. Caminamos juntos por el valle de los deseos, fluyendo en el río de las perversiones. Fuimos víctimas de un deseo furtivo que nos cazó.

Son las tres de la mañana, necesito otra aspirina para conciliar el sueño, no se que paso, pero estoy desnudo con una gran erección.  

Nos fundimos en un beso que transmitía demasiado calor al respirarlo. 

Creo que estoy ebrio de nuevo, el Dolor de cabeza es muy intenso, voy a orinar mejor. 

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