Las
nubes comienzan a descobijar el cielo, permiten que el azul sea brillante y
nuevo, hoy es un hermoso día, hoy es lindo vivir, hoy los héroes han muerto; la tristeza nubla el corazón,
mientras el sol nos saluda con una sonrisa nueva. Me siento un extraño en un
mundo perfectamente diseñado, aquí hay: obreros, secretarias, abogados,
doctores, comunicólogos, etc... Toda una gama de esclavos que son felices; yo
no logro encontrar el sentido a su rutinaria y alegre vida, pero menos le
encuentro definición a mi rara vida. Entre sonrisas de chicas y botellas busco
un significado, noche a noche alzo piedras, y no encuentro nada, menos
compañía; hablo con sombras, demonios y fantasmas; el abandono se extiende y me
acompaña al trabajo, en la más perpetua soledad cobijo las crudas, no se vayan
a resfriar.
En
el útero entre líquidos y placenta estaba más seguro, los peligros me acechan,
las lágrimas se desarrollan, dando lugar a una noble y profunda tristeza. La
lluvia se seca, los hombres siguen vivos, brindo por esos momentos de
ebriedad que ahora son gratos recuerdos,
las calles ofrecen su mejor repertorio de baches y alcantarillas, cuando paso.
La soledad llega paso a paso para besarme y no abandonarme. Estoy deshabitado,
desterrado, habito mudo en mi existencia, nadie ha penetrado en ella desde hace
mucho tiempo; los lujos y accesorios que adornan mi vida no responden mis
preguntas. El dolor golpea en mis articulaciones, no quiero moverme, no quiero
otra decepción, no te quiero conocer, es mejor refugiarme en el alcohol, ahí
estoy seguro, entre líquidos y vómitos, nadie se atreverá a relacionarse.
Drogas, alcohol, cigarros y pornografía comparten mis días carentes de
significado, ando por cualquier lugar significando lo que no he entendido, sé
que alguna noche puede ser la última, hoy puede ser el último trago, puede ser
mi último paso, mi última fumada, mi última soledad, mi última sonrisa, el
último vodka tónico o simplemente mi última eyaculaciòn, y no quiero morirme o
quedarme sentado frente al escritorio, quiero moverme, pagarle a una mujer por
un ultimo beso, correr, viajar, fumar y beber. Hoy puedo ser el último ser que
tenga razón, los demás son hombres con suerte.
Los
amigos son una bofetada de la hipocresía, los amigos no existen, son un chiste
mal contado por el abandono.
Hoy
el cielo es azul, está recién pulido, las nubes se deslizan en el encerado
techo, los héroes siguen muertos, la vida se sigue llenando de estadísticas,
caídas de la bolsa de valores, elecciones robadas, genocidio, homicidio, etc...
Trato de descifrar el maldito significado, estoy sentado en éste bar, ignoro la
cantidad de licor que he bebido, pero sigo sentado escribiendo esta pendejada
en las servilletas; destapan otra cerveza para mi, espero que la soledad
termine de orinar y vuelva habitar mi vida, saco la foto de la última mujer que
bese, la pongo en el fondo del tarro, es el pretexto ideal para beber hasta el
fondo, ver cómo tarro tras tarro se deshace su ingrato rostro fotografiado. La
chica de la mesa de enfrente me sonríe, pero es una lástima que haya dejado las
ganas y el pijo en la cama; creo que ya es tarde y no me siento borracho,
prendo un cigarrillo, lo único que he descubierto es que estoy loco, finalizo
de escribir, no he encontrado una razón que signifique lo que quiero descifrar.
Las servilletas se acabaron, pero no dejo de pensar, quizás soy un demente...
¡otra ronda de chelas Kazàn!... hoy puedo ser lo que queda debajo del azul
cielo... pierdo significados, pero sigo dentro de mi ebriedad en este
placentero lugar, me recuerda el útero,
lleno de líquidos, seguro es estar aquí... nadie puede mancillar mi soledad en
éste lugar... el cielo se ha quedado azul por siempre. El hombre sigue siendo
un esclavo trabajador... me acomodo la corbata, un trago final, me mojo la
cara, prendo otro cigarrillo y me largo a la oficina, tengo que cumplir mi
rutina, por que podría ser mi último día de rutina, puedo saber hoy lo que aun
ignoro.
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