martes, 19 de febrero de 2013

Deja Vu



Diez minutos en blanco... lo que pasa es que las ideas están en un embotellamiento en el periférico occipital-central. Satélite neuronal a la deriva. Cóctel de letras hechas absurdas palabras, necesito fumarme a mi amante para reencontrarme.

La caída es libre hacia las entrañas de aquél que se supone soy comienza, caigo abriendo las puertas que nunca explore, azotando en el suelo cardiaco; iluminando la razón con una lámpara de mano, me pongo a platicar con mi lado verde-oscuro que dicta el momento, se aferra y se siente....

 Soy una serpiente de múltiples cabezas, zarandeado por el afán de querer liberar mi yo encapsulado dentro de mí mismo; el vértigo aumenta, es un vuelo en espiral hacia adentro  de mí, llego a un lugar lleno de psicosis que implora una fumada dedicada a la demencia, creo caer más en el fondo, salida no creo tener... Las puertas tienen fuego en el interior, camino por cada una de ellas, con mis pasos descubro facetas nuevas, encuentro tantas cosas enterradas que parece que encontré riquezas ocultas y clavadas entre mis agusanadas entrañas... todo habla, todo tiene voz, se escucha la voz del yo verde del interior... que habla un idioma extraño y  fuma tabaco raro.  

Me devuelvo a las calles que son cicatrices trazadas para que los humanos no se pierdan en el mundo, el corazón tiene cicatrices también, si no la sangre no serviría; todos tenemos cicatrices que nos marcan la existencia, visuales o imaginarias; pero el hombre es la marca de un Dios que renuncio anoche... un gemido... ah... y una humedad hacen ruido, es ella que me devora, me tiene entre su pelvis... sus piernas se agitan como mariposas clavadas en el cuadro del artista. Su pecho palpita deseos, mi boca oculta los dientes entre su piel y sus labios; ella suda derritiéndose entre mis brazos, gemidos... palabras... ambas se elevan disolviéndose en el viento y elevándose hacia la estratosfera; se elevan como plegarias de todos. Miles de palabras, cientos de idiomas y un chingo de gente se eleva hacia su mano creadora para dejarse caer dentro de su insomnio... cada uno siendo lo que el de junto no se imagina... soy el viaje que no se detiene, ella gime y la calle se prolonga, sus piernas son largas, voy vagando entre sus piernas… son calles de placer sin semáforos que me detengan, cicatrices de pasión.

Su vagina escupe placer y dulces olores frescos, sus manos no dejan de acariciarme/empujarme para que yo siga cayendo en mi interior. La gastritis me saluda bebiendo un refresco; ella, la habitante de mi fantasía sexual me besa y devora mi cuello, traza canales en mi espalda como si fueran su firma o su patente. Yo caigo mientras derramo millones de medios humanos espermatizados  buscando ovularse... llego a lo que podría ser el fondo de mi ser, entro más en la  enorme cicatriz devoradora, esa cicatriz candente en medio de sus largas piernas... lo ignoro, huele igual, pero sabe aun mejor... No me quiero salir, la calle esta cerrada, caigo y me vengo de ella, con ella, en ella. Su cicatriz húmeda no se cierra aun. Descargas eléctricas me convulsionan, los efectos destruyen mi cerebro; el cual párese freírse con el frenesí de miles de ideas que caminan siendo personas a las dos de la tarde por el centro buscando no chocar el uno con el otro y encontrar su óvulo, espermas que gritan convulsionándose... mis ideas chocan matando mis neuronas que descifran el grito de mi compañera sexual que desea más, ella es una falomaniaca y mi mano me masturba negándose a detenerse, derrito mis ojos por que no desean ver, ella vomita orgasmos que mojan mi yo que ha dejado desparramado un clímax afrodisiaco entre las hendiduras del colchón que se aromatiza por inciensos de sudores fríos...

Caigo como la pluma despegada del ave, caigo en un vaivén tenue, no recuerdo en que parte estoy, solo sé que el cuerpo caliente de mi imaginación sexual no se ha ido, veo luces de colores pegadas a mis riñones, su boca besa mi estomago, mi alicaído miembro comienza a vigorizarse con el  néctar que su boca derrama en él... abro una puerta y salgo de mi mismo, salgo por el ombligo para capturar su boca... alientos atados aun deseo, amarrado siempre a lo único que me gusta del ser humano:  "el intentar amar"... los humanos atados siempre se quedan a sus sueños y pesadillas, olvidan que todo es un viaje sin retorno, un viaje donde en la aduana solo dejan pasar el "alma"... sólo nos queda la nostalgia y la disfunción cerebral... el viaje es una alteración, es un recorrido por sus piernas, largas calles, sigo encerrado en mi mismo cuerpo… ardiente existencia.

Las sabanas de la noche se enrollan sobre la alucinación, el día oculta a los vampiros dentro de las cavidades humanas. La boca de mi amante me succiona con grandes besos, ella se mece entre el viento, dirigida por mis manos... gime dolor de vivir... gime llantos de placer... gime el sueño de anteayer, donde moría fumada por un Dios... sus nalgas se acomodan y calientan entre mis piernas... yo levanto mi cerebro para que no se duerma entre los cojines sucios... ella y yo enfrascados en la alucinación de un momento pasional, fumamos de lo mismo para no alejarnos, un viaje, estamos encerrados enredando nuestras existencias con las piernas para no soltarnos y dejarnos a la deriva… el humo no cobija.

El viaje en retroceso ha terminado, me levanto, salgo en silencio para no despertar mi mente, sólo así podré hoy dormir en casa... descansar. Mi amante me dejo una nota en el buró de los ojos..."volveré cuando me vuelvas a fumar"... salgo de mi interior, el sol alumbra mi corteza humana, dejo abierta la puerta de la razón, por la tarde volveré a platicar con la conciencia amante, por ahora voy a trabajar...un beso, la despedida y un cigarrillo, mientras mi querida con su bata de seda me despide asomada en el ventanal que da hacia su desnudez y bebiendo una taza de café... salgo y termino diciendo "gracias"------ limpio unas lagrimas por que en el día el dolor de vivir es intenso... no hay escape de esta celda llamada tierra; hoy me gustaría conocer a una Venusina que estuviera bien marciana y que me llevará a dar la vuelta por Saturno y morir en Plutón para que mi cenizas regresen a la tierra----- mientras sujeto sus piernas estiradas y abiertas solo para mi. El viaje es una eyaculaciòn rota. Fumo de nuevo y ella se mueve lentamente, las calles marchan en manifestaciones excitadas. Despierta con la sobriedad en una mano y con mas que fumar en la otra, soy un satélite neuronal y vuelvo a nacer dentro de ella al tiempo que decaigo en mil,  mil asteroides caen sobre mil satélites... soy, sueño, veo, comienzo, me hundo en las calles  de nuevo y me reencuentro con mi reflejo a la orilla de la ultima puerta coherente… vida soy, mi mano amante no me suelta, ahogado y despertando, estoy en el mismo lugar que hace dos años… vivo aun y mi amante me exige más...

viernes, 15 de febrero de 2013

El significado último del cielo azul dentro de un bar.



Las nubes comienzan a descobijar el cielo, permiten que el azul sea brillante y nuevo, hoy es un hermoso día, hoy es lindo vivir, hoy los héroes  han muerto; la tristeza nubla el corazón, mientras el sol nos saluda con una sonrisa nueva. Me siento un extraño en un mundo perfectamente diseñado, aquí hay: obreros, secretarias, abogados, doctores, comunicólogos, etc... Toda una gama de esclavos que son felices; yo no logro encontrar el sentido a su rutinaria y alegre vida, pero menos le encuentro definición a mi rara vida. Entre sonrisas de chicas y botellas busco un significado, noche a noche alzo piedras, y no encuentro nada, menos compañía; hablo con sombras, demonios y fantasmas; el abandono se extiende y me acompaña al trabajo, en la más perpetua soledad cobijo las crudas, no se vayan a resfriar.   

En el útero entre líquidos y placenta estaba más seguro, los peligros me acechan, las lágrimas se desarrollan, dando lugar a una noble y profunda tristeza. La lluvia se seca, los hombres siguen vivos, brindo por esos momentos de ebriedad  que ahora son gratos recuerdos, las calles ofrecen su mejor repertorio de baches y alcantarillas, cuando paso. La soledad llega paso a paso para besarme y no abandonarme. Estoy deshabitado, desterrado, habito mudo en mi existencia, nadie ha penetrado en ella desde hace mucho tiempo; los lujos y accesorios que adornan mi vida no responden mis preguntas. El dolor golpea en mis articulaciones, no quiero moverme, no quiero otra decepción, no te quiero conocer, es mejor refugiarme en el alcohol, ahí estoy seguro, entre líquidos y vómitos, nadie se atreverá a relacionarse. Drogas, alcohol, cigarros y pornografía comparten mis días carentes de significado, ando por cualquier lugar significando lo que no he entendido, sé que alguna noche puede ser la última, hoy puede ser el último trago, puede ser mi último paso, mi última fumada, mi última soledad, mi última sonrisa, el último vodka tónico o simplemente mi última eyaculaciòn, y no quiero morirme o quedarme sentado frente al escritorio, quiero moverme, pagarle a una mujer por un ultimo beso, correr, viajar, fumar y beber. Hoy puedo ser el último ser que tenga razón, los demás son hombres con suerte.

Los amigos son una bofetada de la hipocresía, los amigos no existen, son un chiste mal contado por el abandono.

Hoy el cielo es azul, está recién pulido, las nubes se deslizan en el encerado techo, los héroes siguen muertos, la vida se sigue llenando de estadísticas, caídas de la bolsa de valores, elecciones robadas, genocidio, homicidio, etc... Trato de descifrar el maldito significado, estoy sentado en éste bar, ignoro la cantidad de licor que he bebido, pero sigo sentado escribiendo esta pendejada en las servilletas; destapan otra cerveza para mi, espero que la soledad termine de orinar y vuelva habitar mi vida, saco la foto de la última mujer que bese, la pongo en el fondo del tarro, es el pretexto ideal para beber hasta el fondo, ver cómo tarro tras tarro se deshace su ingrato rostro fotografiado. La chica de la mesa de enfrente me sonríe, pero es una lástima que haya dejado las ganas y el pijo en la cama; creo que ya es tarde y no me siento borracho, prendo un cigarrillo, lo único que he descubierto es que estoy loco, finalizo de escribir, no he encontrado una razón que signifique lo que quiero descifrar. Las servilletas se acabaron, pero no dejo de pensar, quizás soy un demente... ¡otra ronda de chelas Kazàn!... hoy puedo ser lo que queda debajo del azul cielo... pierdo significados, pero sigo dentro de mi ebriedad en este placentero lugar,  me recuerda el útero, lleno de líquidos, seguro es estar aquí... nadie puede mancillar mi soledad en éste lugar... el cielo se ha quedado azul por siempre. El hombre sigue siendo un esclavo trabajador... me acomodo la corbata, un trago final, me mojo la cara, prendo otro cigarrillo y me largo a la oficina, tengo que cumplir mi rutina, por que podría ser mi último día de rutina, puedo saber hoy lo que aun ignoro.