sábado, 15 de diciembre de 2012

Legs



Hemos terminado de hacer el amor, los dos desnudos en la cama del hotel de paso vemos al techo, no decimos nada; me comienzo a fumar un cigarrillo, me levanto y tomo una cerveza en lata, me acerco a la cama, le pongo  la cerveza fría entre las piernas, con los dedos le juego sus labios sexuales y con la boca beso sus labios sensuales. Le acaricio las piernas, me recuesto junto a ella, me dice “métemela” voy al baño, trato de hacer reaccionar mi virilidad. Después de 20 minutos salgo con una flamante erección, ella se ha vestido, dice que se va, su esposo le ha hablado. Que sexy se ve con su ropa, la erección llega a su punto máximo, le digo que no me puede dejar así, la tomo por el brazo, me dice que la deje, la aviento en la cama… ha pasado media hora, su cuerpo está tirado junto a la cama, se comienza a poner tibio, bebo una cerveza, me comienzo a vestir, ya es tarde mañana va a ser navidad será mejor comprarle algún regalo a mi esposa. Salgo del hotel, dejo ahí su cuerpo, arranco mi auto y me pierdo en el tráfico del periférico, creo que necesitare otra amante.

jueves, 11 de octubre de 2012

Rose



Rose…

Desde los más profundos y sutiles deseos, dedicado a Rose esperando que sea de su agrado este atrevimiento emocional e imaginativo que le presento a continuación… el sexo es algo tan hermoso y apreciado que si se practicara seguido el stress seria cosa del pasado… con cariño y…¿?

La noche se torna demasiado fría, la existencia una vez más se sucede y no se detiene. Los deseos están por salir escupidos en esa leche que sangra mi falo. La pienso y saboreo en la imaginativa, termino, me bebo el resto de la botella hasta quedar desnudo, dormido y solitario en mi habitación, solitario en mi existencia. Eterno-dormido-solitario-con restos de espermas en la boquilla del falo.

Despierto, la resaca esta agitando mi cabeza y ella una vez más altera mis pocos sentidos. Decido ir a visitarla, sus vacaciones han terminado, se encuentra sola, me recibe de buen modo. Platicamos de cualquier tema, de cualquier juego de palabras. Comenzamos una charla del divino marques, mis ojos no se separan de su pecho, de su gran-grande-delicioso pecho bien escotado; lo quiero palpar. Me regala una fotografía, dice que es lo único que puedo poseer de ella, siendo que en la imaginación ya la tuve de mil formas, en mil formas. Ella cree en la fidelidad, yo creo solamente en el sexo, en su sexo, eso es lo que quiero probar. Salgo de su casa decepcionado. Tengo ganas de follar, me pierdo en un bar por unas horas.

Emigro del bar, voy cerca de la 4 poniente, veo una mujer vestida de forma vulgar y lista para follar, le pago, me encamina hacia un agujero de decadencia que tiene un rollo de papel, un pequeño y viejo buró, un cesto de basura roto, un colchón rellenado. Ella se acuesta abriendo su sexo, me siento vulgar, la penetro, su piel no es suave, su pecho esta muy flácido, esta muy jugado por manos torpes, su clítoris ha perdido sensibilidad, finjo, pretendo cogérmela, le digo que mejor su boca termine el trabajo por cincuenta pesos más, su boca está más caliente que su sexo, y es más confortable… me pide que cierre al salir, me siento decadente y regreso al bar… morir seria lo menos decadente hoy.

Vuelvo al siguiente día a la casa de Rose, los escotes que utiliza parecen invitaciones, le rozo el pecho con la mirada únicamente, prendo un cigarrillo, hablamos de nuevo palabras ya utilizadas, palabras que se pierden en el espacio, yo quiero lo que ella tiene y oculta; su boca se ve interesante-intensa, debe besar bien, sus besos deben ser deliciosos, deben hacer buenas mamadas, debe decir suaves gemidos. Al salir me despido de beso de ella, accidentalmente le toco su seno izquierdo, se siente amplio y caliente, ella se sonroja, me pide que no la vuelva a tocar, me pide que me marche. Ahora quiero más de ella… todo de ella. Más… más… más… ella es más… ella es una isla en mi existencia… ella es más…

Han pasado varios días, no he visto a Rose, ardo en deseos por estar con ella-en ella. Salgo por unas cervezas, es necesario beber para apagar el fuego que en mi sucede y consume mi piel, mis manos, mis ideas, mis labios. Únicamente con ella lo puedo sofocar.

La existencia siegue funcionando, es otro día, pero no  puedo distinguir cual de todos es. Rose por fin llama, me invita a comer, ya la extrañaba. Caminamos unas calles, nuestras manos accidental mente se rozan. Entramos a su casa, me invita  una cerveza, continuamos una plática común. No aguanto más… le digo que me regale un beso y una caricia, que me deje ver su pecho, que me deje sentir la piel que hay debajo de su ropa. Ella duda un poco, dice que no. Le respondo que la fidelidad es un estado mental, que hoy no me deje ir con la ganas de un beso y una caricia… no quiere ceder, un momento de debilidad, compasión o algo la hace aceptar. Se me acerca lentamente, su olor es afrodisíaco, sus labios suaves, su lengua es blanda y caliente, comienza a superar a la imaginación. La tomo, deslizo mis manos por su espalda, siento su pecho pegado al mío, su escote esta debajo de mis ojos, su mano me toma la nuca, el beso se alarga y se encienden chispas. Atraigo mis manos hacia su pecho, lo aprieto, le busco los pezones, le despojo el suéter, le beso el cuello, los hombros; tiene un delicioso sabor; no me puedo separar de su piel. Me toma de la mano invitándome a su habitación, la tomo por detrás,  la inercia de las caricias le quitan el escote, el sostén no puede hacer más su trabajo y libera los pezones erectos; bajo mi mano derecha, busco su sexo, le abro el pantalón, le beso el cuello, ella se retuerce y resopla, no me intenta detener. Sin atravesar las bragas le acaricio su sexo, ya comienza a gotear, penetro las bragas, mi dedo medio explora la entrada de la cavidad húmeda, su sexo es suave, su clítoris cede ante mis dedos, el pantalón comienza a rendirse dejándose bajar sin dificultad. Me comienzo a bajar con la lengua pegada a ella, le beso los muslos, ella sigue de pie, lamo su entre-pierna, la voy abriendo poco a poco, se recarga en la pared, dejando todo su mojado y rosado sexo a mi merced. Le abro sus labios con los pulgares, se los froto, adhiero mi lengua a su clítoris, alzo su pierna y la pongo en mi hombro para poder abrir más su sexo y que mi lengua entre más. Chupo su clítoris, ella gime suavemente, está mirando el techo, no quiere que me detenga. La tengo en mi boca, mi mano le acaricia el muslo, la otra las nalgas hasta que encuentro la pequeña ranurita, se la acaricio sin penetrar, ella no se resiste a nada. Me pide que vayamos a la cama, se recuesta, yo jadeante regreso a su boca, la beso, le tomo el pecho, le lamo los pezones, no dejo de acariciarla, penetro su existencia, entro en ella, me muevo lentamente, ella esta rendida y cedida a mis deseos. Me ve a los ojos, ambos disfrutamos, cambiamos, ella se posa sobre mí, mis manos se pegan a su pecho, sus manos están sobre las mías, acelera el paso, estamos por derretirnos… ah…mh…mh…ah… silencio… los dos llegamos al mismo tiempo, un suspiro, en silencio, le agradezco el placer que me ha dejado. Estamos recostados, no dejo de acariciarla, de besarla, no me quiero separar de ella. Me acompaña a la puerta, nos besamos por última vez, le digo que la fidelidad es un estado mental…

El tiempo se sucede cayendo como las gotas de mi masturbación, pienso en ella una vez más, no he hablado con ella y se ha vuelto un candente-tormentoso recuerdo. Salgo por cervezas, quiero perder la coherencia. Ella me habla en un día raro, dice que me espera recostada y desnuda en su cama, quiere jugar de nuevo… quiere invitarme a comer una vez más. Es mi suerte o es mi borrachera muy intensa… o será que nos necesitamos… la existencia ha dejado de ser fría en sus brazos, en su pecho… Rose puede sacarme de mi decadencia.        


Por: Mr. Green.

jueves, 4 de octubre de 2012

El Rumor



El rumor.

El día transcurre normal, todo está en su habitual monotonía, parece que no hay nada que altere la situación. La mañana se termina, el sol llega a su punto más alto, un viento tenue sopla, los vehículos no detienen su paso, hasta que comienza a sonar algo que viene con el viento, va de persona en persona; de casa en casa. Avanza rápido, no se detiene, es un rumor que viene sonando fuerte. Todos comienzan a entrar en pánico, cierran los locales, caminan rápido hacen pedazos los pasos con tal de ir más rápido. El rumor no se detiene, todos huyen de un rumor que carece de forma, nadie sabe de qué o quién está huyendo.

“Vienen armados,” “ya asaltaron y violaron,” suena con el rumor, pero nadie sabe quién, todos corren, el sonido de las cortinas metálicas suena por todas partes, pero nadie ha visto algo, el temor los hace ir a esconderse debajo de sus casas.  “ya están cerca” dice alguien más, las madres corren con sus hijos sin voltear. El pánico ha crecido en la comunidad, nadie está a salvo, lo mejor es escapar y huir de ese rumor que trajo el viento. El rumor pudo romper la monotonía del lugar, todo se ha salido de su normalidad. Corren como conejos asustados; pero al menos el conejo sabe de qué huye.

El temor avanza veloz por la calles, hay gente rezando rosarios, gente de rodilla implora a su desconocido Dio.  Hay algo que todos desconocen los atemoriza que ningún lugar es suficiente para refugiarse. El día termina en medio de la incertidumbre de lo sucedido, nadie vio algo, pero están cerca, vienen marchando y matando.

El rumor se ha propagado pocos logran dormir, unos están alerta, otros se han ido. El nuevo día llega, la monotonía vuelve, el rumor se ha evaporado, todo vuelve a la normalidad, todos abren sus negocios, todos regresan a hacer lo mismo que hacen, el rumor ha desaparecido, no paso nada solamente fue eso, todo sigue dentro de su habitual normalidad.

viernes, 10 de agosto de 2012


Epilogo. “La Fe”.

Estoy en medio de cenizas de hojas secas; rodeado de flores de aire muertas y despierto solamente para recoger besos deshidratados. En medio del vacío espero por ti, con troncos secos de abrazos olvidados enciendo una fogata para darle calor a la noche que aún tiembla de frío. Me refugio en las ruinas de pasiones viejas para resguardarme del olvido y ansioso sigo esperando tu regreso. Cierro los ojos y almaceno los suspiros que ofrece la soledad. Froto mis manos para hacer algo de calor, pero desearía mejor volver a frotar tu cuerpo desnudo y así evitar que la tristeza me ahogue con los infinitos mares de la tristeza.

Murmullos de pájaros muertos adornan el abandono, hay rumores que hablan en altavoces de una vida que se derrumbó con tu partida. El blues de la soledad suena fúnebre sepultando mis exaltaciones, estrangulo al amor con las manos huecas... El amor se diluyó con tu lúgubre ADIOS.


Sentado en alguna orilla gélida, sentado en alguna existencia roída, espero por ti, espero para volver a devorar tu calor y ser el dueño de tu salvaje humedad, de esa indomable pasión que brota de ti, esa es la que quiero domar... espero tu piel para plasmar caricias jadeantes y esparcir besos llenos de calor y saliva... espero tu cuerpo para volver a llenar mis manos de ti... Fe espero por ti.... 

martes, 3 de julio de 2012

Piernas Largas





El primer paso hacia la noche lleva hacia el primer trago de licor que envuelve los deseos. Beber del amargo y oscuro trago conduce hacia la desnudez que baila alrededor del tubo. El ritmo del licor me envuelve en los brazos de una mujer vampiro que me permite  tocar su pecho. El sueño duerme cansado en la silla de junto mientras Bárbara quiere que le invite otra copa. Dice que me ama, pero su amor se va a ir con el último billete de la cartera.

Rodeado de espejos veo ir y venir el humo, escucho jadeos venir. La noche es más larga que las piernas de Bárbara, se desnuda, gira y me enseña su sexo abierto, bebo del vaso abierto y húmedo que comienza hacer girar mi cabeza. Dice que me ama, pero es el efecto del licor de las tres cubas que le he pagado; me besa, su sabor es el del pecado; sabe a deseos; deliciosos y carnosos deseos.

Las tibias piernas de ella me recuerdan la tibia noche que gira en el tubo y suena a hielos sedientos dentro de un vaso. El mesero sirve dos más, le sirve a ella, pero ella anhela beber de mi sangre, mis deseos bailan frente al espejo una canción sensual que se consume con las fumadas de la noche, la noche termina cuando tratas de inhalar las blancas piernas de ella,  el vaso húmedo  se termina cuando dices buenos días al tubo y la noche huye en busca de otras manos tibias y licores amargos. Bárbara desaparece,  a mi lado solamente amanece una resaca que tiene sed. El primer paso hacia el día comienza con el dolor de cabeza que desquicia.    

lunes, 4 de junio de 2012

El Pudin


El pudín


La cocina de la vieja casa siempre despedía ese delicioso humillo, que invitaba a los vecinos a probar un irresistible pedazo del pudín. La tele al fondo prendida como adorno, mientras Clara preparaba sus pudines para su venta diaria. En lo que las noticias informaban sobre los catorce niños desaparecidos.

Siempre preparaba alrededor de trece pudines que vendía en las tiendas de su colonia, el último siempre lo llevaba a repartir a los niños del  jardín de niños y las primarias.

Llegaba a su casa donde sus seis gatos la esperaban, a veces invitaba a los niños a jugar a su jardín, mientras cocinaba postres para ellos. Misteriosamente los pudines los preparaba en las noches, su cocina estaba adornada con cuchillos filosos de muchos tamaños.

La tele informaba que el niño numero quince había desaparecido. Sus gatos degustaban un picadillo especial para ellos mientras Clara preparaba sus pudines. Cuando de repente a su puerta llamaba un policía; quería preguntarle acerca de los niños, ya que uno de los que desapareció había jugado en su jardín unas horas antes. Clara le invito a pasar invitándole una rebanada de pudín. Respondiendo  no saber nada acerca del caso.

Clara entonces comenzó hablar con el policía, diciendo: << estos pudines son sabrosos por ese ultimo polvo que me lleva tiempo preparar, pero esta a punto de terminarse. Detrás de aquella puerta se encuentra el secreto de mi pudín.>> El indiscreto agente seducido por esas palabras acerco sus manos para abrir la puerta; cuando de repente sin ver por donde un gran cuchillo le cortaba la mano y los ríos de sangre brotaban de las venas, caían por todas partes.

Cuando el policía despertó de su desmayo, se encontraba atado a una silla completamente desnudo, mientras que en la mesa el cuerpo del último niño desaparecido estaba totalmente destazado, uno de sus gatos bebía de la sangre que caía al suelo.

Con sus delantales puestos Clara evitaba ensuciarse, con una sonrisa le dijo al pobre individuo: << mi pudín necesita el polvo de los tiernos huesos de los niños; tienen que reposar un par de semanas para secarse, a los niños los encierro tres días para que adelgacen y sea fácil destazarlos. Los escojo poco a poco, con su carne y sangre alimento a mis gatos; pero en esta ocasión los pudines del mes próximo tendrán el polvo de los huesos de un policía>> A punto de un paro cardiaco se encontraba el sujeto, cuando de repente de atrás de está salio la pareja del oficial, dándole dos tiros en la cabeza, Clara cayó muerta al instante o eso parecía, mientras una sonrisa emanaba de sus muertos labios.

Desde ese entonces en la colonia ya no se saborean esos deliciosos pudines de huesos de niño que deliciosos eran, que además gustaban a sus propios padres.

Por: Mr. Green.