Hemos terminado de hacer el amor, los dos desnudos en la cama del
hotel de paso vemos al techo, no decimos nada; me comienzo a fumar un
cigarrillo, me levanto y tomo una cerveza en lata, me acerco a la cama, le
pongo la cerveza fría entre las piernas,
con los dedos le juego sus labios sexuales y con la boca beso sus labios
sensuales. Le acaricio las piernas, me recuesto junto a ella, me dice “métemela” voy al baño, trato de hacer
reaccionar mi virilidad. Después de 20 minutos salgo con una flamante erección,
ella se ha vestido, dice que se va, su esposo le ha hablado. Que sexy se ve con
su ropa, la erección llega a su punto máximo, le digo que no me puede dejar
así, la tomo por el brazo, me dice que la deje, la aviento en la cama… ha
pasado media hora, su cuerpo está tirado junto a la cama, se comienza a poner
tibio, bebo una cerveza, me comienzo a vestir, ya es tarde mañana va a ser
navidad será mejor comprarle algún regalo a mi esposa. Salgo del hotel, dejo
ahí su cuerpo, arranco mi auto y me pierdo en el tráfico del periférico, creo
que necesitare otra amante.
sábado, 15 de diciembre de 2012
jueves, 11 de octubre de 2012
Rose
Rose…
Desde
los más profundos y sutiles deseos, dedicado a Rose esperando que sea de su
agrado este atrevimiento emocional e imaginativo que le presento a
continuación… el sexo es algo tan hermoso y apreciado que si se practicara
seguido el stress seria cosa del pasado… con cariño y…¿?
La
noche se torna demasiado fría, la existencia una vez más se sucede y no se
detiene. Los deseos están por salir escupidos en esa leche que sangra mi falo.
La pienso y saboreo en la imaginativa, termino, me bebo el resto de la botella
hasta quedar desnudo, dormido y solitario en mi habitación, solitario en mi
existencia. Eterno-dormido-solitario-con restos de espermas en la boquilla del
falo.
Despierto,
la resaca esta agitando mi cabeza y ella una vez más altera mis pocos sentidos.
Decido ir a visitarla, sus vacaciones han terminado, se encuentra sola, me
recibe de buen modo. Platicamos de cualquier tema, de cualquier juego de
palabras. Comenzamos una charla del divino marques, mis ojos no se separan de
su pecho, de su gran-grande-delicioso pecho bien escotado; lo quiero palpar. Me
regala una fotografía, dice que es lo único que puedo poseer de ella, siendo
que en la imaginación ya la tuve de mil formas, en mil formas. Ella cree en la
fidelidad, yo creo solamente en el sexo, en su sexo, eso es lo que quiero
probar. Salgo de su casa decepcionado. Tengo ganas de follar, me pierdo en un
bar por unas horas.
Emigro
del bar, voy cerca de la 4 poniente, veo una mujer vestida de forma vulgar y
lista para follar, le pago, me encamina hacia un agujero de decadencia que
tiene un rollo de papel, un pequeño y viejo buró, un cesto de basura roto, un
colchón rellenado. Ella se acuesta abriendo su sexo, me siento vulgar, la
penetro, su piel no es suave, su pecho esta muy flácido, esta muy jugado por
manos torpes, su clítoris ha perdido sensibilidad, finjo, pretendo cogérmela,
le digo que mejor su boca termine el trabajo por cincuenta pesos más, su boca
está más caliente que su sexo, y es más confortable… me pide que cierre al
salir, me siento decadente y regreso al bar… morir seria lo menos decadente
hoy.
Vuelvo
al siguiente día a la casa de Rose, los escotes que utiliza parecen
invitaciones, le rozo el pecho con la mirada únicamente, prendo un cigarrillo,
hablamos de nuevo palabras ya utilizadas, palabras que se pierden en el
espacio, yo quiero lo que ella tiene y oculta; su boca se ve
interesante-intensa, debe besar bien, sus besos deben ser deliciosos, deben
hacer buenas mamadas, debe decir suaves gemidos. Al salir me despido de beso de
ella, accidentalmente le toco su seno izquierdo, se siente amplio y caliente,
ella se sonroja, me pide que no la vuelva a tocar, me pide que me marche. Ahora
quiero más de ella… todo de ella. Más… más… más… ella es más… ella es una isla
en mi existencia… ella es más…
Han
pasado varios días, no he visto a Rose, ardo en deseos por estar con ella-en
ella. Salgo por unas cervezas, es necesario beber para apagar el fuego que en
mi sucede y consume mi piel, mis manos, mis ideas, mis labios. Únicamente con
ella lo puedo sofocar.
La
existencia siegue funcionando, es otro día, pero no puedo distinguir cual de todos es. Rose por
fin llama, me invita a comer, ya la extrañaba. Caminamos unas calles, nuestras
manos accidental mente se rozan. Entramos a su casa, me invita una cerveza, continuamos una plática común.
No aguanto más… le digo que me regale un beso y una caricia, que me deje ver su
pecho, que me deje sentir la piel que hay debajo de su ropa. Ella duda un poco,
dice que no. Le respondo que la fidelidad es un estado mental, que hoy no me
deje ir con la ganas de un beso y una caricia… no quiere ceder, un momento de
debilidad, compasión o algo la hace aceptar. Se me acerca lentamente, su olor
es afrodisíaco, sus labios suaves, su lengua es blanda y caliente, comienza a
superar a la imaginación. La tomo, deslizo mis manos por su espalda, siento su
pecho pegado al mío, su escote esta debajo de mis ojos, su mano me toma la
nuca, el beso se alarga y se encienden chispas. Atraigo mis manos hacia su
pecho, lo aprieto, le busco los pezones, le despojo el suéter, le beso el
cuello, los hombros; tiene un delicioso sabor; no me puedo separar de su piel.
Me toma de la mano invitándome a su habitación, la tomo por detrás, la inercia de las caricias le quitan el
escote, el sostén no puede hacer más su trabajo y libera los pezones erectos;
bajo mi mano derecha, busco su sexo, le abro el pantalón, le beso el cuello,
ella se retuerce y resopla, no me intenta detener. Sin atravesar las bragas le
acaricio su sexo, ya comienza a gotear, penetro las bragas, mi dedo medio
explora la entrada de la cavidad húmeda, su sexo es suave, su clítoris cede
ante mis dedos, el pantalón comienza a rendirse dejándose bajar sin dificultad.
Me comienzo a bajar con la lengua pegada a ella, le beso los muslos, ella sigue
de pie, lamo su entre-pierna, la voy abriendo poco a poco, se recarga en la
pared, dejando todo su mojado y rosado sexo a mi merced. Le abro sus labios con
los pulgares, se los froto, adhiero mi lengua a su clítoris, alzo su pierna y
la pongo en mi hombro para poder abrir más su sexo y que mi lengua entre más.
Chupo su clítoris, ella gime suavemente, está mirando el techo, no quiere que
me detenga. La tengo en mi boca, mi mano le acaricia el muslo, la otra las
nalgas hasta que encuentro la pequeña ranurita, se la acaricio sin penetrar,
ella no se resiste a nada. Me pide que vayamos a la cama, se recuesta, yo
jadeante regreso a su boca, la beso, le tomo el pecho, le lamo los pezones, no
dejo de acariciarla, penetro su existencia, entro en ella, me muevo lentamente,
ella esta rendida y cedida a mis deseos. Me ve a los ojos, ambos disfrutamos,
cambiamos, ella se posa sobre mí, mis manos se pegan a su pecho, sus manos
están sobre las mías, acelera el paso, estamos por derretirnos… ah…mh…mh…ah… silencio…
los dos llegamos al mismo tiempo, un suspiro, en silencio, le agradezco el
placer que me ha dejado. Estamos recostados, no dejo de acariciarla, de
besarla, no me quiero separar de ella. Me acompaña a la puerta, nos besamos por
última vez, le digo que la fidelidad es un estado mental…
El
tiempo se sucede cayendo como las gotas de mi masturbación, pienso en ella una
vez más, no he hablado con ella y se ha vuelto un candente-tormentoso recuerdo.
Salgo por cervezas, quiero perder la coherencia. Ella me habla en un día raro,
dice que me espera recostada y desnuda en su cama, quiere jugar de nuevo…
quiere invitarme a comer una vez más. Es mi suerte o es mi borrachera muy
intensa… o será que nos necesitamos… la existencia ha dejado de ser fría en sus
brazos, en su pecho… Rose puede sacarme de mi decadencia.
Por: Mr. Green.
jueves, 4 de octubre de 2012
El Rumor
El rumor.
El día transcurre normal, todo está en su habitual monotonía, parece que no hay nada que altere la situación. La mañana se termina, el sol llega a su punto más alto, un viento tenue sopla, los vehículos no detienen su paso, hasta que comienza a sonar algo que viene con el viento, va de persona en persona; de casa en casa. Avanza rápido, no se detiene, es un rumor que viene sonando fuerte. Todos comienzan a entrar en pánico, cierran los locales, caminan rápido hacen pedazos los pasos con tal de ir más rápido. El rumor no se detiene, todos huyen de un rumor que carece de forma, nadie sabe de qué o quién está huyendo.
“Vienen armados,” “ya asaltaron y violaron,” suena con el rumor, pero nadie sabe quién, todos corren, el sonido de las cortinas metálicas suena por todas partes, pero nadie ha visto algo, el temor los hace ir a esconderse debajo de sus casas. “ya están cerca” dice alguien más, las madres corren con sus hijos sin voltear. El pánico ha crecido en la comunidad, nadie está a salvo, lo mejor es escapar y huir de ese rumor que trajo el viento. El rumor pudo romper la monotonía del lugar, todo se ha salido de su normalidad. Corren como conejos asustados; pero al menos el conejo sabe de qué huye.
El temor avanza veloz por la calles, hay gente rezando rosarios, gente de rodilla implora a su desconocido Dio. Hay algo que todos desconocen los atemoriza que ningún lugar es suficiente para refugiarse. El día termina en medio de la incertidumbre de lo sucedido, nadie vio algo, pero están cerca, vienen marchando y matando.
El rumor se ha propagado pocos logran dormir, unos están alerta, otros se han ido. El nuevo día llega, la monotonía vuelve, el rumor se ha evaporado, todo vuelve a la normalidad, todos abren sus negocios, todos regresan a hacer lo mismo que hacen, el rumor ha desaparecido, no paso nada solamente fue eso, todo sigue dentro de su habitual normalidad.
viernes, 10 de agosto de 2012
Epilogo. “La Fe”.
Estoy
en medio de cenizas de hojas secas; rodeado de flores de aire muertas y
despierto solamente para recoger besos deshidratados. En medio del vacío espero
por ti, con troncos secos de abrazos olvidados enciendo una fogata para darle
calor a la noche que aún tiembla de frío. Me refugio en las ruinas de pasiones
viejas para resguardarme del olvido y ansioso sigo esperando tu regreso. Cierro
los ojos y almaceno los suspiros que ofrece la soledad. Froto mis manos para
hacer algo de calor, pero desearía mejor volver a frotar tu cuerpo desnudo y
así evitar que la tristeza me ahogue con los infinitos mares de la tristeza.
Murmullos
de pájaros muertos adornan el abandono, hay rumores que hablan en altavoces de
una vida que se derrumbó con tu partida. El blues de la soledad suena fúnebre
sepultando mis exaltaciones, estrangulo al amor con las manos huecas... El amor
se diluyó con tu lúgubre ADIOS.
Sentado
en alguna orilla gélida, sentado en alguna existencia roída, espero por ti,
espero para volver a devorar tu calor y ser el dueño de tu salvaje humedad, de
esa indomable pasión que brota de ti, esa es la que quiero domar... espero tu
piel para plasmar caricias jadeantes y esparcir besos llenos de calor y
saliva... espero tu cuerpo para volver a llenar mis manos de ti... Fe espero
por ti....
martes, 3 de julio de 2012
Piernas Largas
El primer paso
hacia la noche lleva hacia el primer trago de licor que envuelve los deseos.
Beber del amargo y oscuro trago conduce hacia la desnudez que baila alrededor
del tubo. El ritmo del licor me envuelve en los brazos de una mujer vampiro que
me permite tocar su pecho. El sueño
duerme cansado en la silla de junto mientras Bárbara quiere que le invite otra
copa. Dice que me ama, pero su amor se va a ir con el último billete de la
cartera.
Rodeado de espejos veo ir y venir el humo, escucho jadeos venir. La noche es más larga que las piernas de Bárbara, se desnuda, gira y me enseña su sexo abierto, bebo del vaso abierto y húmedo que comienza hacer girar mi cabeza. Dice que me ama, pero es el efecto del licor de las tres cubas que le he pagado; me besa, su sabor es el del pecado; sabe a deseos; deliciosos y carnosos deseos.
Las tibias piernas de ella me recuerdan la tibia noche que gira en el tubo y suena a hielos sedientos dentro de un vaso. El mesero sirve dos más, le sirve a ella, pero ella anhela beber de mi sangre, mis deseos bailan frente al espejo una canción sensual que se consume con las fumadas de la noche, la noche termina cuando tratas de inhalar las blancas piernas de ella, el vaso húmedo se termina cuando dices buenos días al tubo y la noche huye en busca de otras manos tibias y licores amargos. Bárbara desaparece, a mi lado solamente amanece una resaca que tiene sed. El primer paso hacia el día comienza con el dolor de cabeza que desquicia.
lunes, 4 de junio de 2012
El Pudin
El
pudín
La cocina de la vieja casa siempre despedía ese
delicioso humillo, que invitaba a los vecinos a probar un irresistible pedazo del
pudín. La tele al fondo prendida como adorno, mientras Clara preparaba sus
pudines para su venta diaria. En lo que las noticias informaban sobre los
catorce niños desaparecidos.
Siempre preparaba alrededor de trece pudines que
vendía en las tiendas de su colonia, el último siempre lo llevaba a repartir a
los niños del jardín de niños y las
primarias.
Llegaba a su casa donde sus seis gatos la esperaban,
a veces invitaba a los niños a jugar a su jardín, mientras cocinaba postres
para ellos. Misteriosamente los pudines los preparaba en las noches, su cocina
estaba adornada con cuchillos filosos de muchos tamaños.
La tele informaba que el niño numero quince había
desaparecido. Sus gatos degustaban un picadillo especial para ellos mientras
Clara preparaba sus pudines. Cuando de repente a su puerta llamaba un policía; quería
preguntarle acerca de los niños, ya que uno de los que desapareció había jugado
en su jardín unas horas antes. Clara le invito a pasar invitándole una rebanada
de pudín. Respondiendo no saber nada
acerca del caso.
Clara entonces comenzó hablar con el policía,
diciendo: << estos pudines son
sabrosos por ese ultimo polvo que me lleva tiempo preparar, pero esta a punto
de terminarse. Detrás de aquella puerta se encuentra el secreto de mi pudín.>>
El indiscreto agente seducido por esas palabras acerco sus manos para abrir la
puerta; cuando de repente sin ver por donde un gran cuchillo le cortaba la mano
y los ríos de sangre brotaban de las venas, caían por todas partes.
Cuando el policía despertó de su desmayo, se
encontraba atado a una silla completamente desnudo, mientras que en la mesa el
cuerpo del último niño desaparecido estaba totalmente destazado, uno de sus
gatos bebía de la sangre que caía al suelo.
Con sus delantales puestos Clara evitaba ensuciarse,
con una sonrisa le dijo al pobre individuo: <<
mi pudín necesita el polvo de los tiernos huesos de los niños; tienen que
reposar un par de semanas para secarse, a los niños los encierro tres días para
que adelgacen y sea fácil destazarlos. Los escojo poco a poco, con su carne y sangre
alimento a mis gatos; pero en esta ocasión los pudines del mes próximo tendrán
el polvo de los huesos de un policía>> A punto de un paro cardiaco se
encontraba el sujeto, cuando de repente de atrás de está salio la pareja del
oficial, dándole dos tiros en la cabeza, Clara cayó muerta al instante o eso
parecía, mientras una sonrisa emanaba de sus muertos labios.
Desde ese entonces en la colonia ya no se saborean
esos deliciosos pudines de huesos de niño que deliciosos eran, que además gustaban
a sus propios padres.
Por: Mr. Green.
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