jueves, 28 de abril de 2011

desperte

Bebía una jarra de cerveza en una taberna, luego de eso fui directo a casa, dormí profundamente y cuando desperté estaba en la nada, en un lugar sin nombre y aburrido. Estaba bebiendo cervezas viendo las piernas transparentes de una mujer que no existía. Veía en el espejo la ausencia de mi reflejo y me ahogaba con las cervezas, deseaba el sexo  de la mujer sin nombre. Desperté hundido en las sábanas de la cama de alguna parte, a mi lado una mujer sin rostro pero con el sexo abierto y gimiendo; bebí de su piel hasta embriagarme. Iba en el camión viajando a cualquier parte, llevaba mi existencia ebria sin razón y volví a ver a la mujer de tersas piernas con su delicioso sexo y sin nombre… desperté ebrio en un lugar sin humanos y no pude volver dormir por un rato. Estaba sentado en un bar que no iba a cerrar y las piernas de ella no se iban a cansar, su boca me iba a besar… me quede con la ebriedad y el deseo entre mis manos. Desperté solo de nuevo. Entonces decidí mejor tomar otras cervezas.

miércoles, 6 de abril de 2011

Gira la tierra en ese efecto raro y tercoque tiene de no detenerse ni un segundo, con ese giro nos encierra en la rutina. Hace dos días tome un baño, pero el hedor del alcohol no se va, no se lava, las luces parpadean a lo lejos rumores de otros mundos. El vacío de la habitación hace un eco que gira y sale por la ventana, misma ventana donde observo al sol caery no hay ni un solo objeto extraño en el ocaso. La galaxia se expande y se contrae al mismo tiempo que mi existencia se prolonga y se extingue. Prefiero beber, los avistamientos hoy no se han dado, las luces a lo lejos parapadean rumores de cerveza y vodka... parpadean rumores de otras vidas más alla de la vía láctea. La tierra sigue arrastrándose como un gusano interestelar que pone estrellas como larvas, el vaso tiene rumores de alcoholismo y soledad...

viernes, 1 de abril de 2011

suspiro

Mirarte y morir en la profundidad de tus pupilas, entregarme a tus retinas y no salir de ahí, ser el prisionero de tus brazos, sangrar el corazón a cada palpitar tuyo, morir de esa muerte sabia, alentadora y sobrecogedora, enloquecer eternamente. Ahogarse en el sabor de tu elixir,  saber que soy bocado tuyo, saber que soy la carne que te puede alimentar, entregar mi alma en vajilla de plata con adornos de mi piel. Puedo ser cada bocado que pruebas al amanecer en la calma del desayuno, puedo ser el protagonista de tu sueño húmedo, eres una flor violenta que adorna mi piel cada que te siembro en mi; puedo ser el que paga por tus servicios cada noche. Mirate y luego morir en la profundidad de la soledad al dejarte partir una vez más.