Epilogo. “La Fe”.
Estoy
en medio de cenizas de hojas secas; rodeado de flores de aire muertas y
despierto solamente para recoger besos deshidratados. En medio del vacío espero
por ti, con troncos secos de abrazos olvidados enciendo una fogata para darle
calor a la noche que aún tiembla de frío. Me refugio en las ruinas de pasiones
viejas para resguardarme del olvido y ansioso sigo esperando tu regreso. Cierro
los ojos y almaceno los suspiros que ofrece la soledad. Froto mis manos para
hacer algo de calor, pero desearía mejor volver a frotar tu cuerpo desnudo y
así evitar que la tristeza me ahogue con los infinitos mares de la tristeza.
Murmullos
de pájaros muertos adornan el abandono, hay rumores que hablan en altavoces de
una vida que se derrumbó con tu partida. El blues de la soledad suena fúnebre
sepultando mis exaltaciones, estrangulo al amor con las manos huecas... El amor
se diluyó con tu lúgubre ADIOS.
Sentado
en alguna orilla gélida, sentado en alguna existencia roída, espero por ti,
espero para volver a devorar tu calor y ser el dueño de tu salvaje humedad, de
esa indomable pasión que brota de ti, esa es la que quiero domar... espero tu
piel para plasmar caricias jadeantes y esparcir besos llenos de calor y
saliva... espero tu cuerpo para volver a llenar mis manos de ti... Fe espero
por ti....