martes, 3 de julio de 2012

Piernas Largas





El primer paso hacia la noche lleva hacia el primer trago de licor que envuelve los deseos. Beber del amargo y oscuro trago conduce hacia la desnudez que baila alrededor del tubo. El ritmo del licor me envuelve en los brazos de una mujer vampiro que me permite  tocar su pecho. El sueño duerme cansado en la silla de junto mientras Bárbara quiere que le invite otra copa. Dice que me ama, pero su amor se va a ir con el último billete de la cartera.

Rodeado de espejos veo ir y venir el humo, escucho jadeos venir. La noche es más larga que las piernas de Bárbara, se desnuda, gira y me enseña su sexo abierto, bebo del vaso abierto y húmedo que comienza hacer girar mi cabeza. Dice que me ama, pero es el efecto del licor de las tres cubas que le he pagado; me besa, su sabor es el del pecado; sabe a deseos; deliciosos y carnosos deseos.

Las tibias piernas de ella me recuerdan la tibia noche que gira en el tubo y suena a hielos sedientos dentro de un vaso. El mesero sirve dos más, le sirve a ella, pero ella anhela beber de mi sangre, mis deseos bailan frente al espejo una canción sensual que se consume con las fumadas de la noche, la noche termina cuando tratas de inhalar las blancas piernas de ella,  el vaso húmedo  se termina cuando dices buenos días al tubo y la noche huye en busca de otras manos tibias y licores amargos. Bárbara desaparece,  a mi lado solamente amanece una resaca que tiene sed. El primer paso hacia el día comienza con el dolor de cabeza que desquicia.